Estábamos buscando una opción para comer y sin querer nos encontramos este lugar. Me gustó mucho ya que está en un espacio abierto, quizás a algunos les moleste que esté la gasolina a un lado y que se compartan los baños con ellos, para mí no fue algo que me causará malestar, nunca me llegó olor a gasolina y el tránsito de los coches que pasan por ahí es de moderado a mínimo, así que me la pasé muy a gusto. Si eres de las personas que buscan micheladas en combinación con mariscos aquí es el lugar. La presentación de los platillos me gustó mucho. En cuanto al sabor en general todo está muy rico. Pero si tengo que comentar que el agua chile tenía demasiado limón y mucha salsa de soja (tuve problemas para terminarmelo, lo había probado con menos limón, picoso y con algunas gotas salsa de soja que tu mismo le pones, pero probablemente así lo preparen en Guadalajara. Lo que si agradezco fueron las frutas frescas en el agua chile le daban frescura entre lo ácido y salado. Tienen bebidas con alcohol, sin alcohol y agua fresca de frutas. Es muy familiar. Seguramente volveré a ir, Me gustó mucho.