Amate 38

El lugar es hermoso. Desde que llegamos fuimos atendidos de manera amable, el lugar es muy muy bonito. La comida es deliciosa, precios normales nada fuera de lo común, me encanto el sabor de todo, pedimos una mezcla de tacos cosa que no está en el menú e inmediatamente recibimos un si como respuesta.

Lo mejor que probé en Cancun, super recomendado y la atención insuperable, no recuerdo el nombre del muchacho que nos atendió pero definitivamente top la atención. La comida muy buena también vale totalmente la pena y a un precio razonable. Aceptan tarjeta de crédito lo que se agradece y abren en un horario extendido. Repito si vas a Cancun date una vuelta por playa del Carmen y ve aquí.

Empezaré por aclarar que los platillos no son necesariamente malos, y tal vez mi calificación de 2 estrellas pueda malinterpretarse, pero les recomendaría leer la opinión completa. El lugar es espectacular, cuenta con un cenote en si interior y el ambiente es muy agradable. El servicio es casi perfecto, el personal es amable y en todo momento están al servicio de la mesa. El verdadero problema está en la comida, no está al nivel de un restaurante como éste. Pedimos una longaniza de Valladolid, unos tacos de filete de res y unos panuchos de cochinita, y lo que obtuvimos fueron platillos exactamente iguales como los habríamos encontrado en cualquier fonda o mercado. No son platillos que aporten o destaquen ni en su sabor, ni en su presentación ni en su calidad... exactamente una longaniza, unos tacos y unos panuchos, que si me los hubieran vendido en un mercado, probablemente los habría calificado con 4 estrellas, pero en este lugar y a este precio, estamos hablando de alimentos de 2 estrellas.

Amate 38 es un excelente lugar para ir a comer comida tradicional de la Península de Yucatán. Mi familia y yo fuimos a cenar un sábado en la tarde/noche, no hicimos reservación y sin embargo nos dieron la opción de escoger nuestra mesa. Para tomar ordenamos mojito de la casa el cual lleva jugo de frutos rojos, un mojito tradicional y un tónico de ginebra Tanqueray. Para comer ordenamos el especial de la noche, lechón al horno acompañado con chicharrón y guarniciones de frijoles, guacamole y tortillas hechas a mano; orden de Papadzules, son tres tacos de huevo cocido servidos como las enchiladas pero están cubiertos con crema hecha de pepita de calabaza y epazote y salsa de tomate, por último, una order de tres empanadas con masa revuelta con Chaya, una planta similar a la espinaca y están rellenas de mucho queso de bola (queso Edam). Las porciones están bien servidas y a un precio justo por la calidad brindada. El servicio fue excelente, todo el personal es muy amable. La comida y bebidas fueron servidas a tiempo y quedamos muy contentas por la calidad de sus alimentos. El diseño del restaurante es hermoso, en medio de mucha vegetación que da la impresión de estar en la selva. Tiene un río/arroyo artificial, utensilios de calidad, los baños están limpios y presentables. El restaurante está ubicado en la calle 38 de la Quinta Avenida de Playa del Carmen y en un área con muchos otros restaurantes a sus alrededores lo que brinda una excelente vista de la vida nocturna. Definitivamente recomendado. Nota: Aceptan pago con Apple wallet.

La comida es excelente, la cochinita pibil fue el platillo favorito.. En general muy buen servicio y excelente calidad!