Está agradable el lugar, hay panes muy interesantes, me habría gustado que estuviera calientito ya que lo comimos algo tieso, los precios son elevados.
Es un espacio familiar, agradable, amplio lo que le da frescura. La decoración muestra artefactos de preparación y tratado de café. Tiene accesos de rampas para sillas de ruedas y los baños están limpios.
Si llevas niños, no te preocupes, cuenta con área de juegos y ahí se puedan divertir o entretener un rato.
La atención y servicio son muy buenos, están atentos a tus necesidades.
Los precios son accesibles, tienen variedad y buen sabor de pan, comida y bebidas, eso si, si quieres café descafeinado no lo tienen ya que nos explicaron que por el proceso químico que necesita este producto, no lo ofrecen, ya que intentan ofrecer lo más orgánico posible.
No tiene lugar de estacionamiento, aunque puedes encontrar disponible afuera del establecimiento.
Aceptan pago con tarjeta.
Es un lugar que ofrece algo más que panes. Es ideal para desayunar con amigos, es totalmente pet friendly y tiene área para que los niños jueguen. Adicional, cuentan con valet parking, aunque no es recomendable usarlo, puesto que en las calle normalmente hay mucho espacio.
Ojo, las porciones son abundantes, no te aboraces pidiendo varias cosas o tendrás que pedirlo para llevar.
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