COMIDA (⭐ 4/5) La comida me pareció excelente, los ingredientes eran muy frescos y la combinación de sabores me pareció muy adecuada; todos los platillos nos encantaron, desde las entradas, al plato fuerte y los postres. Las bebidas dejaron mucho que desear, no recomendaría venir aquí por su mixología. Dos de los platillos que queríamos no estaban disponibles, y uno era el que más teníamos ganas de probar (huarache de tuétano), sin embargo nos ofrecieron un buen substituto con una carne distinta. SERVICIO (⭐ 4/5) El servicio en general fue bueno; quien nos atendió nos ayudó con nuestras preguntas y nos aconsejó qué platillos pedir. La comida llegó muy rápido y siempre estuvieron al pendiente de lo que necesitábamos, aunque la mitad de la cena eramos los únicos en el restaurante. El servicio de valet parking fue pésimo. Al llegar al restaurante, verás como los lugares frente al restaurante están todos bloqueados con unos conos, los cuales hacen que tengas que usar el servicio; normalmente el Valet funciona para llevar tu coche a un lugar lejano cuando no hay lugar disponible, pero forzar a tus clientes bloqueando lugares me pareció ridículo, especialmente cuando el servicio tiene costo. ATMÓSFERA (⭐ 5/5) El lugar es elegante, y los platos y decoraciones que usan fueron muy de acuerdo a la temática. Música a un nivel muy agradable qué permitía platicar sin ahogar en silencio.

Mi primer visita y fue excelente. El salón es agradable y el servicio fue amable e informado, si bien, no había muchos clientes aún. Presentan una carta amplia de bebidas mezcladas, pero pedí un clásico vodka martini medianamente preparado. De entremés pedí el huarache de tuétanos que resultó de primera. Si les gusta el tuétano, quedarán felices. Como plato fuerte pedí el salmón sobre una cama de arroz con crema de poblano. Realmente saben cocinar ambas cosas. Delicioso! Recomiendo ampliamente este Restaurant.