Sin palabras 🙊. Una maravilla de experiencia, el único q se porto mal fu el tiempo ya que teníamos reservado un nido y por miedo a llover no lo cogimos, pero todo la experiencia fue increíble y volveremos sin duda alguna. También visitamos su museo y es algo q no puede faltar en tu visita
En general la experiencia es bastante agradable! El servicio es impecable al igual que la comida aunque siento que no es realmente el lugar para ir a cenar si en realidad quieres apreciar el lugar hasta inclusive sacar un par de fotos! La velas que iluminan gran parte del restaurante no son suficien
El lugar es hermoso, la comida súper rica y el servicio muy amable. Por persona se gasta aproximadamente USD150 si es que piden algún trago.
Lo único q no nos gusto es que nos sentaron en una mesa al lado de un matafuegos habiendo otras mesas libres, incluidos los nidos. Si van a reservar pregunten
Mi pareja y yo comimos exquisito. Gracias Miguel por su atención sin fallar, super amable. Y el atardecer ni se diga. No es económico pero definitivamente vale la pena sacar el presupuesto para ir y realmente disfrutarlo. El lugar es hermoso.
Vine a las 11 de la mañana, a esa hora sirven el lunch. El mesero fue muy amable.
Al entrar tienes que pagar $600 pesos mexicanos que se te descuentan de lo que consumas.
Recomiendo esta experiencia ❤
Fue una experiencia inolvidable! Un lugar que de verdad vale la pena vivir y conocer en cada detalle! Irma nos atendió maravilloso una bella chica en todo el sentido de la palabra!
Fue una experiencia exelente, mario nos recomendó comidas y vividas y nos presto una atención 5 estrellas. El lugar es hermoso y la arquitectura es de otro planeta. Muy recomendado. Gracias Mario por tu atención.
El lugar y las instalaciones son espectaculares. La atención del personal excelente. Pasamos un fin de semana muy relajados y contentos. En el desayuno siempre nos recibió Alfredo con su mejor actitud y sugerencias. Lo recomendaremos a amigos y familia.
Felicidades, el gerente Eric haces un excelent
Ni es ur a cenar,es una experiencia. El acceso es caminando hacia las cioas de los árboles ,con una decoración increíble y armoniaca con el entorno. Las mesas exteriores son como "Nidos" ,la comida Imponente. Me siento un privilegiado por haber podido ir.
Nos atendió Mario, excelente!! No hizo un guacamole maravilloso, la langosta muy buena y la carne también
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