Excelente presentación de platillos, excelente sazón y a precios accesibles, además de una espectacular atención al cliente. Definitivamente uno de mis lugares favoritos.
Todo lo que probamos estaba riquísimo. Tuve la oportunidad de probar distintos platillos y todo está excelente. Recomendado.
Este lugar es para puros desayunos, abren temprano a las 8 am y cierran temprano como a la 1:30 pm. El menú es pequeño pero todo lo que venden se me antojo, realmente no sabia que pedir de comer. Para empezar el jugo verde que pedí se me hizo normal, nada del otro mundo, pero también vi que venden licuados entonces quizá un licuado me hubiera gustado más. El café está muy bien y tiene refil. El lugar se me hizo un poquito escondido pues está en una esquina de la plaza valle, es un lugar pequeño también pero tienen mesas a fuera, mesas en la planta baja y en la planta alta. Te reciben con unas galletitas delgaditas que a mi parecer saben a coricos. Yo pedí el omelette poblano y se me hizo súper rico aunque siento que le falto un toque de acidez, los frijoles 🫘 estaban muy ricos y con buena consistencia. Los chilaquiles con pollo que también vienen acompañados con frijol se me hicieron súper ricos, también puedes pedir una proteína diferente cono huevo 🍳 por ejemplo. Pedimos también un tamal sonorense 🫔 , que es un tamal de elote riquiiiisimo. Yo volvería a ir sin dudarlo, realmente quisiera probar todo el menú. Los meseros y todo el personal se portaron muy amables con nosotros. El ambiente del lugar es lindo, se me hizo muy hogareño y tienen buena música de fondo.
Muy ameno y agradable, el sabor de los platillos y la calidad de estos van de la mano con su sabor, el servicio es atento y cálido, gracias al mesero de cabello chino cuyo nombre no recuerdo, pero gracias xd
La próxima vez que vuelva, planeo probar el pan francés junto con un capuchino o idk, 10/10 ✨
Un lugar muy tranquilo, agradable y con un ambiente relajado.
El servicio puede mejorar, sirvieron rápido la comida y todo estaba muy rico.
Alejandra Salinas Camarena
+4
Tiene pocos platillos pero aún así se ve variado el menú. Pedí un omelet poblano muy rico, los frijoles salados, pero todo comestible; el café en el combo es refill y la presentación de los alimentos y las porciones están muy bien. Pagué $189.00 MXN por fruta de temporada, café, omelet y unas galletitas de avena.
El servicio muy atento, y el local aunque es pequeño está muy bonita la decoración y se ve limpio. Si lo recomiendo
Los desayunos con muy buen sazón, desde las galletitas con sabor a corico que ponen con el cafecito, hasta los chilaquiles mixtos con pollo, oportunidad de mejora en mantenimiento y limpieza del baño, el café muy bueno, pero debe estar más caliente, muy buen servicio 🤗
Estábamos cerca y queríamos un brunch y al buscar en Google encontramos este lugar en la esquina de una plaza. Pedimos dos órdenes de chilaquiles uno en mole y otro en salsa roja y cafés de la olla. Los chilaquiles estaban crujientes, las salsas sabrosas y buenas porciones. La música ambiental agradable y aunque el menú no es muy extenso, cubren desde frutas, pan francés hasta omelettes y chilaquiles.
Un pequeño rincón muy acogedor para disfrutar de excelentes desayunos… eso si tienes que madrugar porque cierran a la 1:30 pm 😄… definitivamente volvería
Fue una buena experiencia, el personal es amable y la comida es buena además de tener bonita presentación. El lugar es algo pequeño pero acogedor. Los precios están dentro de lo normal.
Gran lugar para desayunar y cómodo, los huevos benedictinos y el tamal 100% recomendables, el café de olla también muy bueno.
Me gustó el lugar, esta agradable, pero lo que comí no se me hizo wow. Esta bien pero hasta ahí.
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