Harry's Cancun

Fuimos a comer a la noche. Apenas entramos al restaurant nos sentimos sumergidos como en un viaje fantástico. Una decoración muy agradable y lindísima. Uno se siente como en casa. La atención es excelente. No hay un minuto en que las mesas estén desatendidas. Concepción, Farfan y Bass fueron nuestros camareros y fue un placer ser atendidos por ellos. Además, pasó Ovidio para saber cómo iba la cena. Realmente, atención de lujo. La comida fuerte es la carne. Nosotros fuimos por la pechuga de pollo y el cerdo ya que somos argentinos y nos gusta elegir otras opciones para no comer lo mismo que en nuestro país. El vino blanco, francés, espectacular. Los dos platillos fueron deliciosos. Las pechugas y el cerdo súper tiernos, con rico puré de manzana. La hora del postre fue una grata sorpresa. Pedimos un volcán de chocolate que fue una delicia!! Además nos trajeron un postre de chocolate en atención a nuestro 30 aniversario de boda y unas bengalas para celebrar el acontecimiento. Muy divertido e inesperado. Luego vino un azúcar rosado hecho como peluca de azúcar, riquísimo!! Nos sentamos fuera, en una mesa en la terraza con vista a la laguna. Luego nos sacamos unas fotos en una hamaca que hay en un puente lateral. Los baños son impecables y con muchos amenities.

Vine con dos amigas a celebrar el cumpleaños de las tres. Todo estuvo súper delicioso, la atención espectacular. Nuestros servidores fueron Arturo y Charly. Definitivamente recrearemos. Venimos una a dos veces al año desde Ft Worth, Texas

En mi último día en Cancún visite Harry’s junto a mi familia. Definitivamente quede sorprendido con el lugar, desde la atención que nos dieron los meseros hasta la comida, y por supuesto el lugar era muy bonito. Ordenamos una diversidad de platos, un poco de todo y francamente todo estaba muy sabroso. Los meseros nos explicaron cada platillo y el servicio fue espectacular, no nos faltaba nada ya que estaban pendientes constantemente. Algo que recomiendo es probar los postres, los platos principales claramente son espectaculares pero los postres me dejaron sumamente sorprendido, en especial el helado. Definitivamente volvería, pero recalcó que es una experiencia lujosa que viene con su precio elevado, pero si lo vale.

Nuestra cena fue maravillosa, tuvimos la atención de Antonio y Charlie, quienes se ocuparon de darnos un servicio impecable. Este sitio es sin duda una parada necesaria, tanto por su comida, locación y servicio.

Espectacular restaurante con la mejor a atención de los Señores Lázaro y Miguel . Recomendable 200 por ciento